Una alternativa al “fast fashion” es la moda sostenible

Como un respuesta a lo que se conoce como moda rápida o “fast fashion” es la moda sostenible; ya que busca transformar la industria textil, – que es una de las más contaminantes del mundo -, para adoptar una perspectiva ecológica y lograr integrar a los productores y consumidores.

 

Las actuales crisis: climática y ambiental requieren que las industrias del mundo asuman el desafío de transitar hacia un modelo sostenible; y la industria de la moda no es una excepción. Además, la Agenda 2030 de la ONU también contempla una apuesta mundial por la sostenibilidad.

Así emerge la moda sostenible, una alternativa más amigable con el medio ambiente que la moda rápida o “fast fashion”. Esta moda sostenible hace énfasis en reducir, reutilizar y reciclar, pilares de la llamada economía circular pues, busca transformar la forma en que la que pensamos, producimos y consumimos.

 

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En la década de 1950, el concepto y la práctica en relación a la indumentaria y la moda cambiaron radicalmente. Los jóvenes ya no tenían que ir a la guerra y esto provocó un aumento de la mano de obra disponible. Las mujeres habían ingresado al mercado laboral en Occidente y se vivió un tiempo de bonanza económica, al menos en el Atlántico Norte, que cimentó la confianza en la sociedad de consumo, el crecimiento ilimitado y el llamado “sueño americano”.

Opazo sostiene que la conjunción de esos factores, junto con el avance tecnológico y la noción de crecimiento económico ilimitado (a costa de los recursos naturales limitados), propició un gran incremento de la producción industrial. La publicidad fue la herramienta que permitió potenciar el consumo a una producción cada vez más intensa.  “Entramos en un sistema muy desequilibrado del sector, sobre todo desde los años 80 hacia adelante, pero exageradamente desde el 2000 a la actualidad, donde ya irrumpe el fast fashion, la moda rápida o low cost, comentó la experta española.

“La forma en que las personas producen, comercializan, consumen y descartan la ropa parece, a simple vista, barato y práctico. Pero el costo para el medioambiente y para la sociedad es muy alto, destacó Oropeza”.

 

¿Qué es la moda sostenible?

En detrimento de este modelo con saldo negativo, emerge con fuerza la llamada moda sostenible. Tal es así que la ONU conformó la Alianza para la Moda Sostenible, en el marco de la Asamblea 2019 de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que tuvo lugar en Nairobi, Kenia, en marzo del 2019.

En su página web, la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible se presenta como una iniciativa en conjunto con organizaciones aliadas que tiene por objetivo contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) “a través de una acción coordinada en el sector de la moda”.

 

Para Chávez, la moda sostenible hace referencia al surgimiento de un tipo de oferta donde conviven diversas realidades.  Se trata por un lado, marcas con criterios sociales, ambientales y económicos dignos, de comercio justo, creadores locales y artesanía tradicional.

Mientras que por el otro, la emergencia de alternativas que permiten alargar la vida de las prendas y reutilizarlas (segunda mano, préstamo, alquiler, bibliotecas de moda, armarios en la nube) o que facilitan desmercantilizar los armarios (trueque, intercambiadores, auto costura).

 

Esta alternativa emergente replantea, según Chávez, el tema de la confección, la distribución, la comercialización, el uso y el consumo hacia lógicas que ponen en el centro de sus modelos el cuidado de la biodiversidad, de las personas y de la vida.

 

Para la especialista, la moda sostenible aún no supone una competencia a la industria convencional, sí la cuestiona, por ejemplo, en su aceleración de los ciclos y metabolismos productivos textiles donde el “fast fashion” llega a lanzar más de 50 colecciones al año.