LAS VOCACIONES

Sacerdote Daniel Valdez García

Monseñor Raúl Gómez González, arzobispo de Toluca, en reciente entrevista dijo que se pondrá un mayor cuidado en la formación de los futuros pastores, en las vocaciones al sacerdocio y en la familia por ser la cuna de todas las vocaciones.

Vale la pena preguntarnos: ¿Hay crisis de vocaciones?, en rigor si hay crisis en todas las vocaciones. Comenzando porque los jóvenes no quieren casarse ni por la Iglesia ni por el civil. El índice de divorcios, según el INEGI, sigue a la alza. Aunado a que la deserción en las carreras profesionales es muy alto.

Hay que tener en cuenta que hace varias décadas hay una fuerte propaganda adversa a la Iglesia, especialmente hacia el ministerio ordenado, entre las causas está el problema de la pederastia, los diversos intentos por anular el celibato y que los sacerdotes puedan ser casados dentro de la Iglesia católica, ciertamente que hay sacerdotes casados en la Iglesia Ortodoxa y no por eso son menos sacerdotes. El celibato en la Iglesia Católica no es un dogma de fe, sino una disciplina para la cual se prepara de manera progresiva y gradual a los candidatos a la vida sacerdotal en celibato.

Pensemos sensata y equilibradamente que la formación integral de la vida cristiana por mucho tiempo fue una catequesis memorística, tiene lo suyo como bueno, pero muchos jóvenes después del sacramento de la confirmación y se van, incluso le han llamado “el sacramento del adiós”. Actualmente tenemos el catecismo escolarizado, aunque hay papás, niños y jóvenes que dicen que es mucho tiempo. Dicho sistema de catequesis es excelente y requiere de que los catequistas se preparen bien pues no es el tradicional catecismo, éste tiene como objetivo FORMAR para la vida. Además que los libros no solo los llevan los catequizandos, claramente dicen “libro del niño y la familia”. Menciono eso porque la catequesis de manera directa no tiene como objetivo la formación y acompañamiento de las vocaciones, aunque toda formación cristiana si lo hace de manera implícita.

A pesar de todo lo que se diga, DIOS SIGUE LLAMANDO a  todas  las vocaciones a los jóvenes, incluso hay vocaciones tardías.

Nos preguntamos ¿Qué pide el Pueblo de Dios a sus sacerdotes?, en primer lugar que seamos capaces de la Cura de almas, de prepararnos todos para ir junto al cielo, de explicar los misterio de Dios, de hacer viva la presencia de Dios en la caridad y en la fraternidad. El Papa Francisco ha llamado a toda al Iglesia al Sínodo de la Sinodalidad y ha dado dos principios: Primero, caminar todos juntos como Pueblo de Dios sin exclusión, y Segundo, la oración de tal manera que el Señor se haga sentir. Con esto quiero decir que la mejor promoción vocacional siempre será un buen testimonio sacerdotal, formación y acompañamiento a la familia para que tengan valores humanos y virtudes cristianas. Las vocaciones no salen de la nada, sino que emergen en la comunidad, Dios sigue llamando entre las personas a quienes él desea que hagan presente la vida divina en medio del mundo mediante las vocaciones al matrimonio, a la soltería, a la vida consagrada y a la vida sacerdotal.

Voy a procurar proponer elementos de reflexión que motiven a asumir la tarea que cada uno tengamos en torno a las vocaciones que Dios siga llamando. Por por pronto, oremos un poco más por todas las vocaciones.