Red Pública-Petricor dominical

 

Edgar Mereles Ortíz.

“En cuanto desperté, salí a correr.”

Del libro “Dómina”. L. S. Hilton.

 

Estampa geográfica.

Todos tenemos un Estado de la república favorito, es normal, sano y justo ese ejercicio para tener una preferencia por un espacio que se distingue por su gastronomía, paisajes, playas, montañas, ríos, etcétera. Tengo la debilidad de que cada que me doy la oportunidad de conocer la geografía de una entidad me enamoro. Soy un apasionado conductor de mi automóvil, así he viajado a Los Cabos San Lucas, Baja California como a Valladolid, Yucatán.

En estos días de asueto invernal con motivo de la natividad y el inicio de año me di a la tarea de conocer un poco más allá de Cuautla, Oaxtepec, Jojutla y Cuernavaca, Morelos; junto con mi familia, el carro nos llevó a Chinameca. Como político que fui, lector apasionado de Antonio Díaz Soto y Gama, seguidor, más de Otilio Montaño que de Emiliano Zapata, me nació la curiosidad de conocer el sitio donde fue traicioneramente acribillado el “Atila del Sur”.

Chinameca es un poblado al sur oriente del Estado de Morelos, la región es una de las zonas mas productoras de caña, las inmensas extensiones de cañaverales se pierden el horizonte. Mas delante de esos campos de zafra esta el poblado. En el centro del poblado quedaron partes de la hacienda donde el coronel Jesús Guajardo citó al luchador agrarista.

Qué decepción. De la hacienda sólo queda la estructura del portón y unos metros de la barda perimetral del casco principal. Caminado unos metros de ahí existe un museo que es un tétrico centro de recopilación de fotocopias de documentos y fotos; videos y pantallas para que interactúen los visitantes. Bajo el dintel del portón principal hay una estatua del General montado a caballo y una sencilla descripción que dice “Aquí cayó el cuerpo del general Emiliano Zapata”. Nada más cierto y real sobre el zapatismo a través de los años. Ahí el zapatismo, el agrarismo, y las causas de los campesinos cayeron para siempre, fin de la historia.

Debemos de insistir y luchar por que ese lugar que contiene uno de los capítulos más trágicos del gobierno carrancista, sea rescatado y respetado. No es posible que se monte una feria, vendedores de helados, panes y chacharas, así como tampoco que haya un espacio público que sirve para bodas, quinceaños, bautizos y conciertos.

Repito, no soy fervoroso seguidor de Zapata, pero su lucha y la forma cómo Venustiano Carranza lo mando matar, hacen que ese espacio sea un digno homenaje al “Caudillo del Sur” y al movimiento agrarista.

Estampa cívica.

En los prolegómenos de este años tengo el propósito de compartir un espacio dedicado a la cultura y educación cívica. Este y los últimos tres gobiernos federales han abandonado su función de fortalecer los valores del civismo en la formación de las nuevas generaciones. Poco a poco los valores cívicos se han venido diluyendo con una ola de información que hace que lo importante sea sustituido por lo banal, lo efímero y superfluo. El civismo es parte fundamental del ser ciudadano y esto permite al país tener una población con mayor calidad, mejor participación y elevada calificación para la toma de decisiones.

Uno de los elementos mas importantes de nuestra nación es la identidad nacional. La Bandera Nacional es el símbolo que nos da identidad, pertenencia y orgullo nacional de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos.

Desde las culturas mesoamericanas las banderas, insignias, estandartes y baluartes formaron parte de esa unidad de propósitos y el elemento de cohesión para distinguirse de los demás.

Nuestro Lábaro Patrio o Bandera Nacional nos identifica a todos los mexicanos, no solo dentro sino allende fronteras. Nos recuerda que somos una comunidad de más de 120 millones de mujeres y hombres que tenemos que dar lo mejor de nosotros para salir adelante. Nuestra Bandera Mexicana no es propiedad de un partido, político o gobierno. Es nuestro patrimonio nacional, nuestra propiedad colectiva que la compartimos con los mexicanos en donde quiere que estén.

Nuestra Bandera es un recordatorio de que somos un pueblo que ha salido delante de crisis económicas, políticas, terremotos huracanes devastadores y pésimos gobiernos. Es la imagen de nuestro rostro, la sangre en nuestras familias, amistades y conocidos. Es la forma mas efectiva para decirnos que contamos con todos, que somo más los que se levantan temprano para cumplir un horario, una jornada de esfuerzo, una responsabilidad para que todos, incluidos los que no conocemos, seamos mejores.

Usemos la bandera con honor, respeto y confianza de que somos una potencia mundial y nuestro destino es la prosperidad.

Desde Chinameca, Morelos; donde fue asesinado el agrarismo mexicano en 1918.

7 de enero 2022.

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