El punto fino – Aspiro porque respiro

 

 

José Alberto González Aguilar

@Tobetogonzalez

 

Es de naturaleza humana aspirar a ser cada día mejor. Por eso me molestan las polarizaciones que cotidianamente emite el Presidente López Obrador pero creo que ha perdido el piso al confrontar a millones de ciudadanos y miles de historias que se viven en el seno de la clase media de nuestro país, y para muestra voy a contar una pequeña historia. Una historia llena de aspiración e inspiración.

 

Soy hijo de una familia que viene de una historia de esfuerzo, mi padre nació, vivió y trabajó en el campo, justamente en el Ejido de Puerta Azul, en Santiago Ixcuintla, Nayarit; mi madre hija de una madre viuda, se crío en Acaponeta, Nayarit, ambos con un afán de superación vivieron primeramente en la capital del Estado, Tepic y luego aspiraron a forjarles una mejor vida a sus hijos, por ello migraron a la capital del país y encontraron cobijo en el gran Estado de México.

 

Ahí mi padre con tres hijos a cuestas estudió ya entrado en años su licenciatura en derecho en la gloriosa UNAM, donde por las tardes y noches durante 5 o 6 años, y ya con 50 años, logró ser un abogado que le otorgó a su familia una mejor calidad de vida, aquí vemos el crecimiento y esfuerzo de un trabajador promedio de la clase media, esa a la que López Obrador se refiere tan despectivamente, por cierto mi madre Profesora de la UNAM también trabajaba y aportaba a la economía familiar, como lo hacen millones de familias y hogares de este país, que despiadados eran al aspirar a un futuro mejor mis padres caramba.

 

Esta historia de esfuerzos claro que rinde frutos y entrega buenas cuentas, hoy gracias a un sistema del que el Presidente fue beneficiario y que por cierto desaprovecho, al graduarse tardíamente y con pésimas calificaciones, tengo la fortuna de ser un orgulloso egresado más de la UNAM, y lo hice  fruto de mi esfuerzo y el de mi familia, no por las dadivas de un gobierno que ahora lucra con la pobreza y no estimula el crecimiento ni premia el esfuerzo, hoy gracias a esa Universidad tengo la oportunidad de ejercer mi profesión y haber formado una familia a la que le brindo una mejor expectativa de desarrollo, mis hijas viven una realidad muy diferente a la que imaginaron mi padre o mi madre al salir de Nayarit.

 

A eso Andrés Manuel, se le llama capilaridad social, esa fuerza que nace para crecer y desarrollarse plenamente, de igual forma se le llama esfuerzo y crecimiento personal, eso es aspirar a crecer, y no estancarse, por eso también estudiamos, buscamos créditos para estudiar o para consolidar un patrimonio que ayude a construir una mejor realidad para la familia que hasta hoy con mi esposa e hijas hemos consolidado, una familia que hoy vive y convive con estándares de vida muy diferentes a los que este gobierno de retrocesos nos quiere condenar, mis hijas hoy tienen mejores oportunidades a las que tuve yo, una estudia medicina y la otra aspira en ingresar al servicio exterior mexicano, aspirar a más debe rendir frutos, le guste o no Presidente.

 

Hoy AMLO encabeza un gobierno proteccionista que no fomenta el esfuerzo y que genera incentivos perversos que condenan a la población a depender de la voluntad de un solo hombre, y no, no estoy de acuerdo con sus descalificaciones y locuaces aseveraciones. Aspiro porque respiro y soy uno más de esos millones de mexicanos que rechazamos sus adjetivos y a diario despertamos llenos de hambre por construir mejores realidades, y hoy más que nunca estamos en contra de su obtusa manera de dividirnos. Soy un clasemediero más de este gran México que no votó por sus locuras y que a diario plática con mexicanos que están arrepentidos de votar con el estomago lleno de resentimiento y revancha.

 

El Punto fino es: No somos uno, no somos cien, somos millones y cuéntanos bien. #SoyClaseMedia

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