Estado de derecho herido

Por fin el Foro Independiente de la República, semillero de sabios de la Ciencia del Derecho han externado verdades de a kilo sin ninguna atadura, para con ello mantener viva la vocación de la referida erudición. Por dichas voces hoy se sabe que nuestro Estado de Derecho se encuentra fracturado, dañado, descompuesto.

Qué importante deviene en ésta Cuarta Transformación de la Nación que hoy día en día, en éste marasmo de demagogia pertinaz, se alce una voz autorizada para poner en su sitio —en un contexto de ignorancia–, a un estado de derecho tan pisoteado actualmente —muy a pesar de lo que expresan indoctos políticos— que se oponen a todos los ordenamientos insertos en la Carta Fundamental. La Abogacía Independiente de la República ejerce la crítica más enérgica, por medio de las asociaciones de profesionistas en su carácter de órganos jurídicos públicos, para oponerse a todas las ocurrencias, proyectos e iniciativas que no sólo violen los más elementales principios de nuestro sistema legal, sino que resulten ilegales, arbitrarios e inconstitucionales per se. Palabras expresadas por el Foro y convertidas en conceptos torales, que nos permiten avizorar un rayo de esperanza en éste México nuestro.

A los abogados pertenecientes al Foro de referencia, los catedráticos universitarios les inculcaron, por sobre todo, un verdadero respeto al estado de derecho, a la legalidad y a los principios y valores constitucionales, sin sometimiento de ninguna forma a algo diferente a la ley, sin pasividad, sin temor al abuso del poder o a la arbitrariedad y sin ninguna dosis de referencia al poder del narcotráfico.

México hoy requiere de esa justicia constitucional de la que hablan los  foristas y académicos, ellos y muchos estimamos a la Constitución como norma directamente aplicable por nuestros recintos de justicia  —los cuáles deben de estar libres de corrupción— y, por tanto dotada de consecuencias jurídicas inmediatas y aplicables de forma concreta, ya que ello es una de las grandes aportaciones de Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para reintegrarnos de inmediato a nuestro Estado de Derecho.

Tenemos que derrotar a la arbitrariedad, a la ignorancia, a la inaplicabilidad de la ley, ya que México requiere y exige  la existencia de una justicia constitucional que garantice efectivamente los derechos y libertades fundamentales de nosotros los mexicanos —adeptos o no a López Obrador— impidiendo la pervivencia en los ordenamientos jurídicos de normas contrarias a la letra o al espíritu de nuestra Carta Magna. Si el Foro Independiente de la República, con su elevada voz logra ello, se obtendrá un verdadero equilibrio entre los diversos poderes constitucionales, resolviendo con ello eventuales conflictos entre los señalados poderes y retomando a ese Estado de Derecho que nuestra Nación requiere y merece.

Lic. Alberto Woolrich Ortíz.

Presidente de la Academia de

Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A.C..

 

 

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