Impunidad y “normalización” de la violencia

En 2018 en el país se cometieron 16 millones 667 mil 291 delitos contra las mujeres y de éstos solo el 7 % fueron investigados, según la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad (Envipe), realizada por el INEGI.

Así, son 15 millones 609 mil 239 los delitos que no fueron investigados por el Ministerio Público (MP). En 2018 de un millón 58 mil 52 casos investigados solo 58 mil 228 de los agresores fueron llevados ante un juez.

Una investigación realizada por Alexis Ortiz (El Universal, 27.02.20) da cuenta de que en las últimas cuatro Envipe (2015, 2016, 2017 y 2018) los resultados son exactamente los mismos.

En 2015 hubo 14 millones 297 mil 016 delitos contra las mujeres, en 2016 fueron 15 millones 534 mil 717 y en 2017 sumaron 16 millones 851 mil 404. En esos años solo en el 7 % de los hechos hubo investigación.

Así, en 2015 fueron 64,588 casos, en 2016 sumaron 56,214 y en 2017 llegaron a 52,714. Y de éstos solo entre el 5 % y el 7 % de los presuntos delincuentes fueron presentados a la justicia.

La Envipe señala que en las entidades del país donde más se presentan los delitos contra las mujeres son: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Baja California, Sonora, Nuevo León y Guerrero.

Y en los estados donde hay menos son: Colima, Baja California Sur, Campeche, Nayarit, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Tlaxcala, Quintana Roo y Yucatán.

Las mujeres no acuden al MP a presentar sus denuncias porque: Considera que es una pérdida de tiempo; no confían en la autoridad; consideran que el delito no tiene importancia; no tienen pruebas que presentar; piensan que es un trámite largo; por miedo al agresor; por la actitud hostil de las autoridades y por temor a ser extorsionadas.

Especialistas en el tema consideran que detrás de las reservas ya señaladas por parte de las mujeres, para denunciar la violencia en su contra, está la visión que éstas tienen, producto de la cultura dominante, de asumir como “normal” que los hombres sean violentos. Así, tienden a minimizar las vejaciones de las que son objeto.

De otro lado está que las instituciones públicas están rebasadas y no están preparadas, para recibir todas las demandas que puedan presentar las mujeres. Ahora sólo se enfrentan al 7 % de los casos y no pueden con ellos. ¿Qué pasaría si les llegan el 20 % o el 30 %?

La evidencia señala que, a más de la incapacidad de las instituciones públicas, está el trato que en ellas reciben las mujeres que se caracterizan por: la discriminación, el prejuicio y los estereotipos. Y a esto, se añaden preguntas como: si está segura quiere denunciar, si no estaba alcoholizada al momento de los hechos o si no tenía una relación con el agresor.

Twitter: @RubenAguilar

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